EL QUERUBÍN, EL NIÑO JESÚS Y EL DE LA CARITA DE NIÑA

Carlos, que es así como en verdad se llama, es el nuevo botones. Pero detrás de esa carita de niño está escondida su cara más gamberra. No lleva ni cuatro días trabajando y ya se sabe truquitos para escaquearse del curro. Hay que ver que listos son algunos.
Lo trajo Hernán, el socorrista, que más que socorrista parece el relaciones públicas del hotel. Y vaya pieza nos presentó. Brindamos todos juntos para celebrar el día del Amigo en Argentina, y la primera en la frente: el querubín, llamese Carlitos, rompió la copa de Alberto, pero encima de él y en mil pedacitos.
Y claro, de tan puesto de maría que iba, es normal que no de ni una.
Otra para abrir la puerta del bar. Casi la desmonta. Pero para él todo es normal. Excepto que se encuentra con las camareras de piso en el ascensor y le llaman "niño Jesús" y "carita de nena", y él por ahí si que no pasa. Así que para no volver a cruzarselas se coje las escaleras para bajar.
Vaya personaje!!!
Pero ahí no acaba la cosa: es una máquina jugando al billar, que si carambola a la izquierda, carambola a la derecha, y si le pegas a la blanca más abajo se queda en el sitio... que no me voy de la isla sin que me enseñe algunos truquitos...
Y cuidadín no te juegues una cerveza con él, porque pierdes el doble: por la partida, y porque tropieza y tira las cervezas.
A día de hoy ya lleva tres, y veremos cuantas más.
Pero Carlos no aparenta lo que es: un chavalín muy inteligente y muy interesante (porque hay que pararse a hablar en serio).
Ahora se dedica a pasar la aspiradora por la moqueta de los pasillos. Y por supuesto haciendo trampa.
El verano promete...

Saludos,
Pi

P.D.:Julio, a ver si trabajamos más y decimos menos tonterías. Los únicos chicos de mi edad sólo vienen con sus novias, así que no hay manera... Y con los peques solo juego, animal...
P.D.2: Carlos, ya sabes que todo es desde el cariño y la amista que te profeso... no te enfades.

LOS CHECOS, BEN Y EL FANTASMA DEL HOTEL

Nos invaden!!!
El sábado por la noche, llegó de madrugada un autocar lleno de extranjeros. Estando aquí tan poco tiempo, todavía me sorprende que aterricen aviones tan tarde, y que además, una manada de bestias pardas llegue a las tantas al hotel, pero bueno... Todo va bien el domingo a la hora de la comida. El salón está tranquilo, los inglesitos y alemanes van a lo suyo, y de repente: jaleo en la puerta. Bryan se está peleando con unos clientes. Pero más tarde la cosa se calma. Hasta que los camareros empezamos a notar cosas raras. Cada uno de nosotros tiene al menos una mesa en la que no han pedido nada de beber. Qué raro!! Y cada vez son más lo que no piden nada !!!
Entonces llega el metre, les explica que con la pensión completa les entra también la bebida, pero ellos no pillan una. Así que mandamos a Pedro, que por no entender no entiende bien ni el castellano, y con muchos aspavientos y jugando a las películas les suelta, como bien puede, que con pulserita sí bebes, y cuanto más bebes más ganamos los camareros, pero así: NO PAY, TU DRINK Y YO GANO PELAS!!! Vamos, un show, nosotros íbamos por el suelo y los clientes empiezan a beber.
Pero ahora viene la parte más fea: empiezan a gritarnos (porque gritan un montón) PIBO!!!PIBO!!!
¿y qué será eso? Hasta que hace acto de presencia el idioma universal: las señas.
Y señalan la cerveza!
Ah! Tu quieres una beer!
Haberlo dicho antes!

Bueno, los checos controlados. Pero no hay manera de hablar y practicar el inglés, porque los clientes sólo te llaman para pedir bebida.
Pero entonces tropiezo con Ben. Oh, Ben! Rubio, ojos azules, divertido, simpático, amable... Cuando crezca me lo pido, porque ahora sólo tiene 3 años. Pero es de lo mejor. Es el único con el que hablo en inglés, y es raro porque nos entendemos perfectamente (así será mi nivel...).
Claro que también tengo que mencionar a Ellie, la hermana de Ben, a Hanna y su osito Teddy, a Harry y en general a todos los peques del comedor.

Para despedirme, tengo que contar la historia del Fantasma del Hotel,una de tantas que cuentan los camareros veteranos a la hora de cenar.
Resulta que hace unos años, una camarera de piso, haciendo la ronda de los clientes que ya se habían ido, entró en una habitación, y se encontró a un hombre muerto en la cama. Le dió un ataque al corazón. Y desde entonces, sólo cuando ya no quedan clientes en el hotel, por la noche se oyen cadenas, y hasta los guardias de seguridad se asustan, ya que el hotel está desierto...

Saludos,
Pi

P.D.: hoy tengo que mencionar a mi compañera en los almuerzos, Mari, por la paciencia que ha tenido en enseñarmelo todo...un besito Mari.
P.D.2: también tengo que mencionar a Toni, y sus historias del hotel y sus experimentos, porque sin ellas no serían tan divertidas esas noches con la cervecita...

LA PORRA, EL UNIFORME Y EL PRIMER DÍA

La porra empieza en 2 semanas, y además la apuesta es mía... no se lo que duraré yo por aquí...
La otra noche, cuando nos despedimos, oí un par de veces que no me daban ni una semana, y la verdad, tanta confianza puesta en mi... me siento abrumada.

Por otro lado, me he puesto el uniforme por primera vez, y me siento ridícula. La gente que me conoce sabe lo poco que me gusta disfrazarme, pues con este uniforme me va a dar algo... falda larga, por las rodillas, pero cogida a la cintura, qué digo! más arriba de la cintura. La camina por dentro, y encima me va grande.
Unos zapatones totalmente ridículos, y para rematar, el detalle final: un lazo al cuello, como si fuera una pajarita, pero con dos trozos de tela colgando.
Vamos, el sueño de cualquiera (otro día subiré una foto para que me veais).

Hice mi primer turno y ya tengo las primeras rozaduras en los pies, por culpa de los "bonitos" zapatos que me han dado. Además, era sábado por la tarde, y la santísima farmacia no tiene zuecos, por lo que hasta el lunes no pude ir a Santa Eularia y tuve los pies en carne viva todo el fin de semana.
A cambio de todo este sufrimiento, me han tocado unos compañeros y un encargado majísimos.

No puedo despedirme sin mencionar a esos inglesitos y alemanes de la isla, tan simpáticos y agradecidos (porque otra cosa no, pero agradecidos son un rato), y tan rojitos los pobres (si no cogen cancer de piel es porque Dios no quiere), y por supuesto tan, tan, pero tan limpios...

Saludos,
Pi

P.D.: cabe una mención en el post de hoy dedicada a Rafa, mi vecino de cuarto y bufetero del salón, porque sin él mi estancia aquí sería desesperante y aburrida (aunque a él no le guste hablar mucho).
P.D.2:EL QUE DEJE COMENTARIOS QUE PONGA SU NOMBRE!!!!!
P.D.3: ya me he acostumbrado a beber la cocacola, porque en los bares de aquí casi ninguno tiene pepsi.

EL HOTEL

Vivir en el hotel es como vivir en otro mundo. Un mundo subterraneo, lleno de laberintos oscuros (y que huelen mal). Vas por los pasillos mirando a todas partes, intentando memorizar los cartelitos, porque o haces eso o dejas migas de pan para no perderte.
Los pasillos unen los 3 hoteles, y cada cosa que buscas está siempre en el otro lado, estes donde estes.
Que buscas la lavadora? Tu siempre estarás en la otra parte del hotel.
Que buscas el comedor? Ten por seguro que no estás en la parte correcta.
Y ya no digamos si vas a salir a la calle: ¡¡¡toda una odisea!!! (como la de Ulises, o peor).
Y no es que sea fácil atravesar los pasillos, porque están llenos de escaleras que, entre que subes y bajas, llegas al mismo sitio del que has salido.
Y eso que tengo buen sentido de la orientación, pero ni con un mapa en la mano lograré salir... vamos, que estoy perdida... Es verdad eso que dicen que la isla te atrapa. Yo ya lo estoy, y dentro del hotel, sin necesidad de pisar la playa.

Saludos,
Pi

P.D.: la coca-cola sigue sabiendo rara...

PRIMER DÍA

No he subido muchas veces en avión, bueno, diría que esta es la cuarta vez que subo, y cómo no cuando he pasado por el detector de metales se ha escuchado algo parecido a: piiiiiiiiiiiiiii!!! Y me han cacheado.
No es que encontraran gran cosa, sino que mi falda está toda llena de bonotes de metal... en fin, la primera en la frente.
La espera en el aeropuerto ha sido tremenda, aburrida y desesperante. Pero a cambio el viaje ha sido super corto (sin contar las mini turbulencias en medio del mediterraneo que me han acojonado un poco, pero solo un poco).
La segunda ha llegado cuando ya estaba en la habitación, y me he puesto a deshacer la maleta. Ha sido entonces cuando me he dado cuenta que algo ha debido pasar en el avión con la susodicha porque todo el neceser estaba mojado, y claro, como estaba arriba de todo, todos los pantalones y faldas idem de lo mismo: el acondicionador del pelo se ha abierto y lo ha mojado todo, dejando, eso si, un suave olor a mar... en fin, que es el primer día y ya tengo que poner una lavadora.

La tercera es el uniforme. Horrible. Todavia no me lo he puesto y ya me estoy quejando, pero es que de verdad es muy feo. Un día de estos me hago una foto y os lo enseño.

Pero no todo son cosas malas, que va!!! Lo mejor ha llegado después de comer. Me voy en busca de una cafetería para tomarme una coca-cola bien fresquita y voy directa a la playa... y vaya playa!!! Es increible, unas vistas de la cala geniales y no es pequeña pero si muy bonita.

Puede que suene un poco precipitado porque llevo apenas unas pocas horas aquí, pero vivir todo el año en un sitio así, pues no estaría nada mal, al contrario...

En fin, cuando haga fotos intentaré subirlas y tal.

Ya seguiré contanto... Besos

P.D.: la coca-cola en Ibiza sabe muy raro...

DE TRABAJOS... Y VIAJES INESPERADOS...

Me voy a Ibiza. Ahora mismo son las 19:39h y he acabado de hacerme la maleta. Pero ha sido todo tan, tan, tan... SORPRESA!!! Te vas a trabajar a Ibiza. Venga ya!!! Cuando? Ya mismo.
Y buscate un billete barato (y eso un día antes de salir no existe), y haz fotocopias de esto y lo otro (y seguro que se me olvida alguna), y hazte la maleta (huy, el bikini, la toalla...que me voy a Ibiza...), y acuerdate de despedirte (pero donde está todo el mundo?).
En fin, que me voy mes y medio, que me voy a perder muchas cosas, muchos cumples, el nacimiento de Carles, el tráfico de Gandia,..., bueno, esto puedo perdermelo.

Deseadme suerte.... que me voy a Ibiza...