Acabamos el
turno de cenas en el restaurante y cuando acabamos de limpiar, recoger y
preparar las mesas para el desayuno, el gerente nos invitó a una copa de vino,
a mi compi y a mí.
Así que nos
fuimos a la biblioteca y nos sentamos a charlar.
La primera en
la frente, porque cuando se juntan esos dos no hay quien los entienda. Primero
porque Jamie-Lee habla su propio inglés, y segundo porque estaban discutiendo
sobre algo (algún cliente pesado, creo) y hablaban tan deprisa que no había
manera de pillar nada…
Cuando ya
había cogido la posturita en el sillón, con mi copa de vino y tal, Jamie-Lee me
dice que si la acompaño a tomarse algo con el gerente al pueblo.
-
¿Con el frio que hace quieres que salga? ¿Tú estás
loca?
-
Plis, plis, que no quiero quedarme sola con él…
-
Ok (cara de resignación), no problema…
Así que nos
cambiamos y nos fuimos. Y hay que ver! Cómo beben estos inglesitos!... Una
copa! Y otra, otra y otra!
Y eso solo
en el primer bar. En el segundo lo único que pude pedir fue un vaso de agua,
que luego tenía que subir toda la cuesta hasta el hotel.
Y ahora
viene lo bueno: no se querían ir. Y Jamie-Lee tenia turno de desayuno la mañana
siguiente, así que les supliqué que nos fuéramos, que estaba cansada, ya había
bebido suficiente y hacia mucho frio.
Y como no
obtuve ninguna reacción a este hecho lo bastante satisfactorio para mí, cogí
los trastos y me fui.
Aunque ellos
me siguieron a los lejos.
Cuando
llegué a lo alto de la cuesta, al hotel (tengo que explicar antes de nada que
hay dos caminos), me esperé y a los pocos minutos vi aparecer al gerente. Solo.
-
¿Y Jamie-Lee?
-
Ha ido por el otro camino.
-
Ok, pues vamos a esperarla…
Y después de
estar 10 minutos esperándola, el gerente se bajó a buscarla.
Y volvió a
subir. Solo.
Después de
esperarla 10 minutos más, me olí algo, así que nos fuimos a nuestras
habitaciones. Me duché, me puse el pijama, me metí en la cama… y serían casi
las 2 de la madrugada, más o menos.
Pues bien,
recibí dos visitas desde que llegué a mi habitación hasta que me acosté. Y las
dos del gerente, que vino preguntando si la muchacha ya había llegado.
Y la
muchacha que no aparecía. Y cuando estaba soñando con cosas bonitas, *palabras
prohibidas*, dragones buenos y en noviembre… aporrean la puerta. Eran las cinco
de la mañana… y era Jamie-Lee, con un “morao”…
Entró en la
habitación haciendo eses. Tal cual.
Y como
empiezo a conocerla, puse el despertador para avisarla por la mañana… y no se
ni como se despertó a las 7 para bajar a trabajar… qué aguante!!!
En fin, que
no vuelvo a salir con ellos… Qué peligro!!!
Y ahora os
pongo una foto de mi mejor amigo en el hotel. Se llama Henry y nos pasamos una
hora juntos todos los turnos que tengo… Nos hemos vuelto inseparables… Cada día
me cae mejor, aunque es poco hablador, sabe escuchar muy bien, no se queja por
nada y es muy buena compañía.
Besos,
Pi
P.D.: el
vino estaba muy bueno…
P.D.2: he
descubierto que tengo un don. Puedo diferenciar a los ingleses de los demás.
Por qué? Porque TODOS hablan raro…Aissss
P.D.3: no sé
qué me pasa últimamente, pero no dejo de soñar con dragones… voy a buscarlo en
internet, a ver qué significa…
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