PYJAMMA PARTY, VIAJE EN AUTOBUS Y DESPEDIDAS

El viernes Florentina nos abandonó, se ha ido a trabajar a otro hotel, y el jueves, en lugar de ir a un bar a celebrar la despedida, nos trajimos a fiesta a nuestra habitación, con Florin y Jamie-Lee. Había comida por todas partes, bueno, comida comida no, guarradas, para variar… Esa noche cogimos un subidón de azúcar por las papas, los bombones, las galletitas de chocolate, los sándwiches de nutella y hasta la sopa instantánea que trajo Jamie-Lee. Pero es que era un día especial, una noche especial porque Florentina nos abandonaba, y a mi personalmente más. Y si sumamos a este hecho que aquella tarde hablé con mi familia, llevo unos días especialmente sensibles.

(Jamie-Lee, Florentina, Florin y yo)

 

El jueves cumplí una semana en Inglaterra, una semana en Lynmouth, una semana en el Hotel Tors, y estoy triste. Tampoco acompaña el tiempo, y todo se acumula. Mi amiga Ana dice que me que le queda una semana menos para verme… (Ana, te echo mucho de menos).

El viernes nos levantamos a las 6 de la mañana, y cuando llevaba unas horas despierta, todavía notaba las legañas en los ojos (y que conste que me lavé la cara antes de salir). Nos lo pasamos bien la última noche de Florentina en Tors, y quedamos en acompañarla a Barnstaple para despedirnos de ella.

El viaje en autobús fue toda una aventura, porque la carretera no podía ser más estrecha, y cada dos por tres, el autobús hacía maniobras por los pueblos, porque eso sí, no nos hemos perdido ni uno, ha pasado por en medio de todos y cada uno que hay de camino a Barnstaple. Si no hacía maniobra el conductor lo hacía el coche que venía de frente. Y para rematar hemos recogido a todos los niños que iban a la escuela, a todos!!!  Super monos con sus uniformes y las mochilas… Y para variar lloviendo.

Vaya viaje. Cuando bajamos todavía me temblaban las piernas… Y una vez allí, primera parada para desayunar, cappuccino y bollo, y a buscar un banco para abrir una cuenta. Primer desafío completado. Ya tengo cuenta bancaria, no sin antes contestar un montón de preguntas estúpidas: tu personaje favorito, el nombre de tu padre, tu número de la suerte (en serio???). Pero se ve que necesarias.

Luego acompañamos a Florentina a la estación de autobuses y nos dejamos llevar por la melancolía, así que soltamos alguna que otra lagrimita. Pero ahora estará bien, con sus colegas y tal. Solo espero que se acuerde de vez en cuando de nosotros.

Y yo, me acuerdo de todos y cada uno. Hoy tengo que acordarme también de Santi, que cumplió años (fue el día 10!!!), y del que no me pude despedir, pero desde aquí: FELICIDADES!!!

Besos y abrazos a todos,

Pi

 

P.D.: ya que no me he traído la cámara, estoy intentando apañármelas para subir fotos de todo esto, pero me está costando. Sólo puedo poner algunas, pero pronto más. I promise…